En la primera jornada de la nueva liga de la Champions el Bayern Múnich ganó 9-2 al Dinamo de Zagreb. El Celtic de Glasgow se impuso 5-1 al Slovan Bratislava.
En la segunda jornada, que no ha terminado en el momento de escribir estas líneas, el Borussia Dortmund se impuso 7-1 al Celtic de Glasgow y el FC Barcelona ha ganado 5-0 al Young Boys suizo.
Hacer una liga en la que cada equipo se enfrenta a ocho rivales diferentes elegidos entre 36 equipos con niveles muy dispares provoca que los mejores equipos europeos se enfrenten en ocasiones a equipos con un nivel muy alejado del que se espera en la máxima competición continental.
Si el objetivo del nuevo formato de la Champions League era revitalizar la competición mucho me temo que los aficionados están perdiendo interés en la competición. Habrá que ver qué ocurre con la Superliga, que al parecer tendría ya muy avanzadas las negociaciones para echar a andar en la próxima temporada. Sea la Superliga o la Champions League, la máxima competición del fútbol europeo tiene que ofrecer partidos de nivel en cada jornada. Ver a un FC Barcelona que recibió una goleada en Pamplona golear tres días después en competición europea le resta toda la credibilidad a este torneo al que siguen llamando Champions League.
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