La noticia no es una sorpresa a estas alturas, aunque siempre sorprende comprobar que un club histórico como el Liverpool acaba convertido en un producto más. El Liverpool ha seguido los pasos de otros grandes clubes como el Manchester United o el Chelsea, y su destino está ahora en manos de dos multimillonarios, en este caso norteamericanos. El precio de la operación asciende a más de 500 millones de euros: los 266 millones en los que se ha valorado el club, sus 60 millones de deuda y los más de 200 millones que se han comprometido para construir un nuevo estadio.
El "spanish Liverpool" de Rafa Benítez se enfrenta ahora a un período de cambios que se presume positivo a medio plazo, con una inyección económica que podría significar un cheque en blanco para el entrenador español a la hora de planificar la próxima temporada.
Nombres propios:
George Gillett: uno de los nuevos propietarios del Liverpool; dueño de los Montreal Canadians (hockey).
Tom Hicks: nuevo co-propietario junto con Gillett; dueño de los Dallas Stars (hockey) y los Texas Rangers (bésibol).
David Moores: el vendedor, será nombrado presidente honorario vitalicio del Liverpool.
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